
¿Qué haces cuando ni cerrar los ojos funciona? Cuando la oscuridad no desaparece, sino que se acerca. Cuando cada movimiento es una invitación y cada silencio una advertencia. ¿Qué haces cuando algo te sigue... incluso cuando estás quieta? Cuando respira detrás de ti aunque no tenga cuerpo. Cuando se arrastra hacia tu cama sin necesidad de abrir ninguna puerta. No puedes huir. No puedes esconderte. Porque lo sientes, ahí. Pegado a tu nuca. Esperando a que vuelvas a parpadear. Y ya no importa si hay luz o no. Si corres o te haces pequeña. No importa si nadie más lo ve. Porque te ve a ti. Te escucha. Te sigue. Y cada noche, cuando el aire se rompe y el silencio pesa... se acerca un poco más para recordártelo: No estás sola.All Rights Reserved