Todavía no podía analizar la idea de haberse enamorado de su hermano mayor. Era ilógico para alguien como el; como Seishiro. Sin pensárselo, simplemente ya se encontraba suspirando por Kureto. Aunque nunca lo aceptaría porque al cabo de unos segundos, ya se encontraba cacheteándose a sí mismo incontables veces. Bueno, ese día había sido como los demás. Osea; aburrido y en demasía. No había nada bueno que hacer más que solo observar que hacia su padre. Muy pocas veces le dejaban ver a Kureto por medio de recados de otras personas. Que sin querer, se ofrecía el mismo a dárselos al Hiiragi mayor. Ese día no era la excepción y se encontraba por darle un recado al de cejas gruesas. No hizo por revisar el contenido de dado recado. Pero se veía que era mediano, ligero y flexible. De seguro y eran unos guantes que alguno de los ''soldados'' compraron especialmente al mayor, ya que éste no podía darse la libertad de estar de vago, como el en esos momentos haciendo recados. Sin paso apresurado pero sí ansioso, camino hasta el despacho del mayor. Pasando ya sea por pasillos o atajos hasta por fin de la larga espera; llegar al sitio deseado. Donde en frente ya de la puerta. Toco esta con los nudillos diestros. Escucho un no tan fuerte 'Pase' pero era imponente esa voz, tanto, que le hizo tragar en seco. Ya era por el miedo, ''respeto'' o simplemente su nerviosismo de estar ellos dos; solos. Sin darse a esperar más, tomo el pomo de la puerta entre su palma derecha y envolvió dicho objeto para hacerle rotar y después empujar. —Te traigo un paquete que me dieron.— Trato de sonar lo más normal que pudo. Osea; altanero, aunque se estuviera muriendo de nervios. En esos momentos estaba super ansioso por tener a quien amaba frente suyo. ¿Qué más podía pedir? era feliz en lo que cabía de la palabra. p.d: esto todavía no termina(?)