
Si hubiese anticipado que mi hora de defecar sería arruinada por un par de degenerados que pensaron que sería estupendo tener sexo en los sanitarios; definitivamente habría preferido hacerme en los calzoncillos. -Tan sumisa, tan pequeña, tan mía... OH GOD. Esa voz. ¿No podría ser de...? -Ngh... Señor... SANTOS BACALAOS. Esa voz femenina y la voz masculina. No, no puede ser. ¿Mi jefe y la nueva teniendo sexo en los baños del personal? Si no mal recuerdo, T/N creo que se llamaba... ¿Por qué me tienen que pasar estas cosas? Imagínenselo, una secretaria que tan solo quiere hacer su trabajo y evitar ser despedida porque la chica nueva buscaba cualquier forma para hacer de la vida de los demás un infierno en su esmero por ser el centro de atención de mi jefe (quien, por supuesto, es un hijo de perra que a cada rato descuida la empresa por complacer los caprichos de T/N), sí que es un castigo del más allá y lo es más el tener que apretar mi culo para evitar que se escape algún gas y así mi jefe no descubra que estaba aquí, escuchando el pedazo de escena tan extraña y aberrante que ambos hacían. Pero Dios santo, no debí desayunar burritos de frijoles. -Di mi nombre, pequeña, para que todos conozcan que eres de mi propiedad. WHAT THE F*CK. Definitivamente sería un rato muy, muy, muy largo.All Rights Reserved
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