Tokai Teio es conocida como el "Milagro", ella es alegre, carismática y con un talento nato, es la chica que todos adoran por su forma de ser y por siempre hacer lo que parece imposible, sea posible. Yo como su entrenador, dediqué mi tiempo a pulir ese talento, a levantarla cuando caía y a guiarla hacia la gloria. Creí que nuestro vínculo era el de un equipo perfecto. Creí que su apego era solo gratitud.
Qué equivocado estaba.
Todo cambió una noche solitaria en la oficina. Buscando un informe en mi oficina, note que algo sobresalía en el pequeño bolso de Teio, de curioso, encontré un cuaderno que no debería existir. No contenía estrategias de carrera ni tiempos de vuelta. Estaba lleno de horarios...
Eran mis horarios... Rutas que tomaba al volver a casa, registros de mis llamadas, fotos mías tomadas desde ángulos imposibles cuando creía estar solo.
Cada encuentro "casual", cada vez que ella aparecía para salvarme de un problema... todo había sido calculado.
El sonido de la puerta cerrándose con llave a mis espaldas me heló la sangre. Las luces se apagaron, dejando solo el brillo de unos ojos azules en la oscuridad. Ya no había rastro de la dulce Teio que creí conocer.