𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘 | o. piastri

MILA GREEN Y OSCAR PIASTRI eran enemigos naturales. Se habían conocido cuando el australiano entró al equipo en dos mil veintitrés; y las cosas habían sido... complicadas desde entonces.

Había sido el más insignificante y estúpido de los incidentes. A Oscar ni siquiera le gustan las rosquillas, pero no quiso verse descortés cuando, en su primer reunión oficial como miembro del equipo, su nuevo jefe, le ofreció una de la caja que había traído. ¡¿Cómo iba a saber él, que las de fresa eran las favoritas de la única persona que no había llegado aún?! Además, ¡no era su culpa que, precisamente ese mismo día, la tienda de donas solo había empacado una sola de fresa!

Y aunque sabía a ciencia cierta que la irlandesa no lo odiaba explícitamente por eso, sabía por cuales razones SI lo hacía. Pero, de nuevo, ¿Cómo iba a saber que Daniel Ricciardo estaba tan cerca de él cuando derrapó durante el segundo entrenamiento de Países Bajos? Y peor aun, ¿Cómo iba a saber que Daniel era el mejor amigo de Mila? ¡No había sido su culpa que se rompiera la muñeca! Aunque, jamás admitiría en voz alta que estuvo a punto de golpearse a si mismo con la puerta cuando se enteró que Mila había sido culpable de que volvieran a contratar a Daniel después de que echaran al otro piloto de Alpha Tauri... Quizá él era un mal augurio para ella.

Pero cuando Mila, cegada por un odio impulsado por las ganas de culpar a alguien que no fuera ella o sus amigos, decidió que la mejor forma de ejercer su poder dentro del equipo era favoreciendo a Lando encima de Piastri, Oscar también la odio. Y la odio con ganas. La insultó, luego se arrepintió, pero no se disculpó.

Pasaron mucho tiempo odiándose entre ellos, saboteándose lo más que podían, hasta que, cuando un desafortunado incidente los obliga a pasar Navidad juntos, no les queda otra opción que tener que convivir con la persona que más detestan por más tiempo del que habrían aceptado si se los hubi