La Ultima Vez Que El Sol Nos Vio Juntos

Dicen que el sol de la tarde es el que tiene la luz más honesta. Y fue bajo ese filtro dorado que nos entregamos a la idea de que seríamos eternos.

En medio de un campo de margaritas silvestres, con el olor a tierra mojada y la cámara colgada de tu cuello, creímos que el tiempo se había detenido. Tú, escondiendo tu rostro para que yo no viera que sonreías. Yo, sosteniendo tu nuca, intentando memorizar cada línea de tu cabello.

Pero cada día tiene un atardecer. Y el nuestro llegó sin avisar, revelando una verdad que ninguno de los dos estaba dispuesto a enfrentar. Uno de nosotros tuvo que tomar una decisión que garantizaría la felicidad del otro, incluso si eso significaba desmoronarse en el proceso.

Esta no es una historia de amor, es una memoria. Es la dolorosa crónica de cómo el final de una tarde se llevó consigo todo lo que éramos.

¿Qué haces cuando la única foto perfecta es la que te recuerda que ya no están juntos?