DOS SOMOS SOLO DOS

PRÓLOGO

En el laberinto de almas perdidas, donde la desesperación teje destinos y los sueños se venden al mejor postor, dos hombres se encontraron. No fue un encuentro fortuito, sino una danza macabra orquestada por hilos invisibles del destino.

Cho Sang-woo, el brillante estratega, el calculador, cuyo corazón latía al ritmo frío de las ambiciones rotas. En sus ojos se reflejaba la sombra de un pasado que lo perseguía, un fantasma que lo empujaba a escalar la cima, sin importar el precio.

Y Hwang Gi-hun, el hombre de corazón noble, el soñador empedernido, cuya sonrisa era un faro de esperanza en la noche más oscura. En sus manos llevaba el peso de las promesas incumplidas, la carga de un futuro incierto, pero aún así, se aferraba a la fe en la bondad humana.

Sus caminos, tan dispares como el día y la noche, se cruzaron en un juego perverso, donde la vida era la moneda de cambio y la muerte, el único escape. En ese infierno de máscaras y traiciones, descubrieron que el amor podía florecer en el jardín más árido, que la pasión podía encenderse en el corazón más frío.

Pero el destino, cruel e implacable, tenía otros planes. Los obligó a elegir entre la lealtad y el deseo, entre la supervivencia y el sacrificio. Los convirtió en peones de un juego macabro, donde cada paso era una apuesta, cada mirada, una confesión.

Esta es la historia de dos almas entrelazadas por el dolor y la esperanza, unidas por el amor y separadas por el destino. Una historia donde la tranquilidad es una ilusión, donde el fuego de la pasión puede quemar hasta las cenizas, donde el miedo al abandono es el peor de los monstruos.

Prepárense para adentrarse en un mundo de sombras y luces, donde los gavilanes y las palomas deben decidir si volar juntos o caer en el abismo. Porque en este juego, solo hay una regla: el amor es el arma más peligrosa.