En el reino dorado de Solaria, donde los bailes de gala esconden intrigas y las sonrisas se pulen igual que las coronas, Lucifer Morningstar, heredero directo al trono, vive bajo el peso de expectativas que nunca eligió. A los ojos del mundo es perfecto: elegante, carismático, casi intocable... pero por dentro, solo es un joven cansado de seguir reglas que no lo dejan respirar.
Todo cambia cuando llega al palacio un nuevo sirviente, enviado desde una región misteriosa y poco bienvenida por la realeza: Alastor Grimaldi. Con modales impecables, sonrisa afilada y un aire tan intrigante como provocador, se convierte inmediatamente en la persona menos indicada para acercarse al príncipe.
Y, por supuesto, en la única de la que Lucifer no puede apartar la mirada.
Lo que comienza como choques constantes, miradas desafiantes y conversaciones cargadas de veneno disfrazado de cortesía, pronto se convierte en algo más peligroso. Entre secretos prohibidos, rivalidades antiguas y reglas que jamás deben romperse, la tensión entre ambos crece hasta convertirse en un fuego imposible de ignorar.
En un palacio donde nada es lo que parece y donde amar a la persona equivocada puede costar más que la corona, Lucifer y Alastor deberán decidir si vale la pena desafiarlo todo... incluso a ellos mismos.
Si entraste aquí buscando una historia típica de Wattpad, llena de ficción y finales perfectos...
Lo siento por decepcionarte.
Esto no es una historia inventada.
No hay guión.
No hay autor misterioso detrás.
Solo estoy yo, escribiendo mientras todo sucede.
Y lo peor (o lo mejor) es que ni siquiera sé cómo termina.
Tengo que esperar a que pase en mi vida.
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Siempre pensé que las historias de amor solo pasaban en los libros...
hasta que me di cuenta de que estaba viviendo una.
Caótica, torpe y sin soundtrack bonito, pero mía.
No es ficción.
No es fanfic.
Es mi vida.
Me llamo Lia, y decidí escribir mi historia como si fuera una novela,
porque mi crush -Gabriel- parece escrito por un autor cruel.
No sé si esto va a terminar bien,
o si solo estoy documentando mi propia humillación,
pero si voy a enamorarme, al menos que quede registrado.
Bienvenida a mi historia.
O como prefiero llamarla: mi loca obsesión con Gabriel.
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