Amber Shoupe, mejor conocida como la hija perfecta del sheriff, creció entre reglas, horarios y una reputación que nunca pidió. Para todo el mundo es correcta, tranquila, intachable. Para su padre, una promesa de futuro.
Para los pogues, la única Shoupe que vale la pena.
Amber siempre creyó que su vida estaba definida: obedecer, no meterse en problemas y nunca cruzar la línea que separaba a los "buenos" de los "malos".
Hasta que él apareció.
No fue intención de Rafe Cameron traer caos a su vida. Pero lo hizo. Con una mirada sangrada en la estación de policía, una burla en los labios y la certeza de que Amber no encajaba en el mundo que le habían impuesto.
Y Amber, por primera vez, descubre que a veces las reglas existen para romperse...
y que entre la ley y el caos, hay un punto donde ella empieza a ser realmente libre.
Unas vacaciones a Grecia con los cuatro Morat y las novias de tres de estos, los volvió a juntar en una habitación. Habitación en la que cualquier cosa podría pasar, hasta perdonar un pasado doloroso.
¿Era esa su segunda oportunidad de estar juntos o simplemente una casualidad cruel del destino? ¿Dos semanas era tiempo suficiente para perdonar y volver a empezar?
El odio, el rencor y amor oculto, pueden ser una mala combinación. Y más, cuando a la persona por la que tienes todos esos sentimientos, está a tu lado cada noche.
Dicen que el tiempo lo cura todo, pero ellos lo recuerdan todo muy bien y quizá, ese era su error, porque entre el amor y el odio, siempre hay especio para una batalla más.
Mientras dos corazones estén guerra, siempre habrá Besos en Guerra.