otro contrato más

En un futuro donde las guerras dimensionales dejaron cicatrices invisibles, Scouter, un mercenario curtido, directo y con más parches que un servidor de Minecraft mal mantenido, recibe un encargo que huele a pólvora vieja:
terminar lo que los HECU no pudieron.

Pero esta vez no va solo.

Durante una operación en un complejo abandonado de Black Ops, Scouter activa sin querer (o tal vez Black Ops lo planeó... nunca se sabe) un proyector experimental que libera a Nova, una IA holográfica con la capacidad de materializar su cuerpo por tiempo limitado. Es la mezcla perfecta entre Cortana... y una furrita con actitud, humor ácido y la capacidad de hackear desde drones hasta máquinas de café.

Nova no recuerda su propósito original. Solo sabe dos cosas:

1. Scouter era su "usuario asignado".

2. Algo está despertando en las ruinas del proyecto ECHO.

Scouter, siempre práctico, acepta la compañía porque "si es holograma, no pesa... y si se materializa, que dispare".

Mientras avanzan, descubren que el verdadero objetivo no es una simple limpieza militar:
Los experimentos dimensionales dejaron brechas donde criaturas desconocidas aprenden, evolucionan y... mimetizan.

Nova empieza a recuperar fragmentos de memoria:
¿Realmente era solo una IA?
¿O fue creada con restos de una entidad atrapada entre dimensiones?

Scouter, con su humor seco y su enorme blindaje emocional, empieza a notar algo incómodo:
Nova es más humana de lo que debería...
...y más peligrosa cuando lo desea.

Black Ops, por supuesto, no quiere que el par regrese con la verdad.
HECU fracasó porque no entendían lo que enfrentaban.
Black Ops envió a Scouter porque él no retrocede.

La misión deja de ser "terminar un trabajo"
y pasa a convertirse en
evitar que dos mundos colisionen entre si