La brecha que existe entre el amor y el odio es tan inmensa, pero al mismo tiempo, tan fácil de quebrantar. Es por eso que dicen que del amor al odio hay un solo paso ¿No es así?
Eso sería lo último que Park Hyunjin se atrevería a considerar como algo coherente. Es un estudiante universitario coreano de 20 años que estudia artes en Tailandia. Su vida transcurre con tranquilidad y sin preocupaciones hasta que un accidente lo obliga a interactuar con Force, un joven universitario, cruel, rico y asquerosamente despreciable. Un chico cuyo poder, arrogancia y violencia lo convierten en la última persona capaz de sentir algo más allá del desprecio.
Este encuentro cambiará las vidas de ambos y pondrá a prueba sus emociones. Lo que debía haber sido irrelevante, se vuelve el origen de una enemistad feroz que desborda odio. Fuerza contra vulnerabilidad. Riqueza contra humildad. Odio contra... algo que ninguno de los dos sabe nombrar. A medida que sus mundos se rozan, primero por accidente, luego por destino, la tensión
gradualmente dará paso a una relación compleja, impulsos contradictorios y muchas emociones conflictivas. Sin saberlo, sus mundos quedarán entrelazados para siempre.
Porque, a veces, lo que más odias... es exactamente lo que más temes necesitar.
CAPITULOS NUEVOS CADA LUNES.
When Alexis agrees to help the school's player, she must guard the secret that could unravel everything - even as unexpected feelings complicate the game.
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What happens when Alexis Dawson, the 'resident loser' of Redwood High, agrees to help the school's notorious player, Aaron Walker? How can she stop herself from falling for him?
It isn't all love and romance - Alexis has a secret of her own. Join them on a journey of jealousy, betrayal, trust, friendship, and love. A little favour just got a whole lot more complicated.
***
He was so close, his breath hit my lips. His eyes darted from my eyes to my lips. I stared intently, awaiting his next move. His lips fell near my ear.
"Shut up and kiss me" He whispered roughly. A chill shot up my spine. I pulled back, staring at his eyes and leaned in...