En un raro momento de calma, lejos del peso del reino y de las responsabilidades del Infierno, Alastor observa a su esposo cocinar en silencio.
Lucifer, concentrado y sereno, no imagina que cada uno de sus movimientos despierta en Alastor un recuerdo imborrable: el día de su boda, su primer baile como esposos... el momento en que el amor se volvió hogar.
Cuando una canción conocida suena en la radio, el pasado y el presente se entrelazan. Sin palabras, solo con gestos y miradas, los Reyes del Infierno vuelven a bailar como aquella vez, recordando que incluso entre demonios, el amor puede ser suave, eterno y profundamente sincero.
¡Aviso!:
Este contenido incluye una pareja del mismo género (Alastor x Lucifer), también conocida como el ship Radioapple o Bambilu. Si este tipo de temática no es de tu agrado, te recomiendo de forma respetuosa buscar otra historia que se ajuste mejor a tus intereses.
Este fic no contiene escenas explícitas; solo momentos afectivos, humorísticos y familiares entre personajes adultos.
Los personajes no me pertenecen; son propiedad de Vivienne Medrano o más conocida, Vivziepop.
Sin embargo, las actitudes y comportamientos de los personajes pueden diferir del canon, ya que esta historia se desarrolla en un AU propio.
Declan Kingsley es un grandioso jugador de hockey con un futuro prometedor, sueña con jugar para un equipo de la NHL cuando se gradúe de la universidad y ser el mejor. Siempre ser el mejor.
Se ha enfocado tanto en sus sueños que se ha olvidado de las otras cosas importantes en su vida, el amor, aunque sí que ha disfrutado de un sinfín de citas y chicas, pero jamás ha buscado una relación seria.
Cuando llega año nuevo y todos sus amigos están por dar el primer beso del año a medianoche, Declan siente repentinos celos y besa a la primera chica que se encuentra, Millie Harrison.
Millie Harrison jamás ha tenido novio y mucho menos ha dado un beso, por lo que se ve más que sorprendida cuando uno de los jugadores de hockey más codiciado en el campus de su universidad decide besarla.
Después de un par de sucesos, Millie decide enfrentarlo y proponerle algo de lo que ella cree que ambos podrían arrepentirse después, una relación falsa, pero ella está desesperada y necesita la ayuda de alguien como Declan, quien al parecer no solo está dispuesta a ayudarla, sino a conquistarla de verdad.