Besos sabor a prohibido

Derry era un pueblo pequeño, un pueblo que no olvida, y eso Lilly muy bien lo sabia. Después de la muerte de su padre había sido enviada a Juniper hill, siendo esta su derrota. Cada que caminaba por las calles la miraban mal, su nombre ya no era Lilly, era la loca Bainbridge. Decir su nombre era como llamar al mismísimo satanás. La habían desterrado y hablar con ella ya era un pecado.

Patricia, era la típica princesita con la familia perfecta, la vida perfecta, los amigos perfectos. Ella era una de las principales bullys de Lilly, pero el universo tenia otros planes, y la forma en la que Patty miraba a Lilly había cambiado. Su reputación estaba en juego y entre dos decisiones estaba el duelo.

Un payaso las estaba observando y la unión de ellas estaba repudiando. En sus planes estaba comerse a esos niños, y enviando globos comenzaba a torturarlos. Extrañas visiones estaban llegando, uniendo varios grupos que no pensaban juntarse, pero el pueblo necesitaba ser rescatado. Y sus vidas necesitaban volver a la normalidad, dispuestos a aguantarse todo ese miedo.