¿Que harías si un día, fueras a ducharte, y al abrir el agua del grifo sobre tu cabeza, tus piernas fuesen sustituidas por una cola de pez?
¿Que harías si con solo rozar el agua con tu piel, tu cuerpo, de cintura para abajo, se transformara en el de una criatura marina?
Pues sí, eso me pasó ni más ni menos que a mi, y ya sé lo que estaréis pensando, que se lo inventa todo, que eso solo pasa en las películas y los libros, pero para los pocos que me crean, esta es mi historia.
También hay un chico...