y ahí estaba yo...como una tonta perdida en su mirada; esos ojos que me enloquecían cada vez más, tenía que ser fuerte y resistir a toda costa esas enormes ganas de lanzarme a sus brazos. Pero cómo?, si su mirada me incitaba a probar esos labios y perderme en ellos; era cada vez más difícil, su voz era perfecta a mis oídos, sin pensarlo más di un paso acercándome; sin embargo él se quedó inmóvil y sonrió, rayoooos!!!!!!, por qué tenía que ser así de cruel, me encanta cada vez que sonríe...