| Sinopsis |
Dicen por ahí que las memorias nunca mueren, y tienen mucha razón, aun puedo recordar cuando todo comenzó, recuerdo perfectamente el día en que mi mundo se vino a abajo, recuerdo todas las lagrimas que corrieron por mis mejillas, además recuerdo cada mentira, el engaño que una confusión y todo lo que un deseo de venganza sin sentido causó.
Hace algunos meses jamás hubiera imaginado que estaría en estas situaciones. Algunos momentos cuestan asimilarlos, duele saber que alguien puede lastimar a la persona que amas por una confusión. Los seres humanos somos así ¿sabes? nos dejamos llevar por nuestras emociones y no controlamos el daño que hacemos.
En primer plano está Jesús, él es mi vida, duele tanto pensar en no tenerlo, ¿como sigues adelante sin la persona que amas? Lo triste de esta historia es una pequeña gran variable entre nosotros, su hermano, Dani. Y no, no es que este enamorada de él, de ninguna forma, a lo que me quiero referir es que a pesar de ser gemelos, el odio los separa.
Recuerdo que todo comenzó aquella tarde en el café a algunas cuadras de mi instituto..
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...