Amor... increíble cómo una palabra de tan solo cuatro carácteres puede contener tantos sentimientos juntos.
Supongo que todo el mundo sin ningún problema que afecte al área del cerebro encargada de enamorarse, ha sentido o sentirá alguna vez esa extraña sensación de necesitar y pensar a esa persona en todo momento, de que con el contacto con la piel de ese alguien tan especial, sientas ese cosquilleo en el estómago.
No siempre esto es beneficioso, puedes sufrir por el hecho de que esa persona no te quiera de igual manera, o, lo que en mi opinión es peor, por haberla tenido, haber creído que te quería como tú a ella, pensado que eso que tuvisteis sería eterno.... cuando, de repente, ¡sorpresa! apenas te da tiempo a pestañear y todo ha dado un giro de 180 grados...
Pues bien, aquí se narrará una historia de amor, desamor, aprecio y odio, con muchos altibajos.