¿Has intentado alguna vez probar una leyenda? ¿Tal vez has dicho María sangrienta o verónica en el espejo? ¿o quizá jugaste a la aguija con tus amigos en un cementerio? Pues si te soy sincera yo no, no me interesan para nada esas payasadas, no las creo, digo ¿Verónica no tiene nada mejor que hacer estando muerta que atormentar ingenuos frente al espejo?¿o acaso la muerte es tan aburrida que los muertos les hacen bromas a los vivos en un cementerio? La verdad es que no creo, no soy la clase de persona que se la pasa despierta en la noche por que no mando una cadena de whatsapp, ni la que se atormenta pensando si alguien la observa detrás del espejo, tampoco pierdo mi tiempo con juegos tontos de grupo que terminan siempre en una decepción como hace mi hermano, y puedes estar seguro que si hace unos días me hubieras dicho que dentro de poco me iba pasar algo que pondría de cabeza mi mundo y dejaría mi escepticismo y mi orgullo por los suelos, me habría reído en tu cara y te habría mandado a la mierda, si… pero él hubiera no existe y yo empiezo a tener miedo.
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