
Éramos dos polos opuestos, que se buscaban y se separaban al mismo tiempo. Volvías a mí y yo a ti, como si fuera inevitable. Pero quizás no valía con eso, quizás no seré siempre tuyo, quizás no serás siempre mía. Mas, de lo que estoy seguro, es que no nos quedará París, a nosotros no.All Rights Reserved