Me mudé hace ya un año a Inglaterra después de haber vivido toda mi vida en un pueblito de Estados Unidos, una porquería con mil habitantes. Entré a la universidad y ahí lo conocí. Alto, con cabello castaño y una sonrisa que era capaz de derretir los polos más rápido que el calentamiento global. No creía en el amor a primera vista hasta que él apareció. Y, de pronto, las cosas empezaron a ponerse...complicadas.All Rights Reserved