No lo entenderás. Probablemente yo tampoco.
Solo un montón de ideas, en párrafos.
No necesita coherencia, pues lo abstracto no se demuestra como tal.
Todo es subjetivo, por que las experiencias lo son, pero a eso me remito. Las similitudes entre las historias que no se escriben son lo que toca el alma de un lector cuando en su mente redacta historias. Historias que no serán escritas, quizá por que son olvidadas, quizá por que no tienen el valor de recordar lo que quieren, por que no les es permitido soñar. Pero en cualquier caso yo acabo de desabrochar mi coraza, y vengo aquí a escribir lo que se me ocurre, lo que no se me ocurre y obligo a ocurrir, lo que ni obligo ni sale, pero les sale a ustedes y yo lo percibo.
Este es el espacio abierto de el alma de Isaac, el lugar en el que cualquiera podría criticar lo que siento o lo que digo con un adjetivo peyorativo. Pero si eso sucede no me va a importar, por que el arte no se critica si no tiene técnica. Y gracias a la deidad que sea yo aún no he estudiado lo que haré.