Solemos pasar por situaciones bastante traumáticas, muchas las olvidamos con el paso del tiempo, en cambio otras nos persiguen por tanto tiempo que parece que jamás van a dejar de hacerlo, en algunas personas esto afecta su comportamiento, como Azul Chadwick, una muchacha la cual desde su tan corta edad es maltratada tanto físicamente como psicológicamente, esto a raíz del tiempo la va volviendo más fría, violenta e infeliz; ella vive con sus padres los cuales a pesar de podrirse en plata no le dedican ni un solo minuto a su hija puesto que están demasiado ocupados derrochando la plata en Dios sabe que, también vive con su nana y su hermano dos personas a los cuales ella ama demasiado, sin mencionar a sus perros claro.
Es terrible complacer siempre a los demás por el simple hecho de querer ver feliz a estos, efectivamente uno no puede pensar solo en la felicidad de los demás, a veces tenemos que pensar en la de uno mismo de vez en cuando, eso tendrá que aprender Julieth Park, ella es una muchacha a diferencia de Azul, amable, orgullosa, confiada, se podría decir que es feliz, bueno, no del todo, hay un secreto que ella oculta, su orientación sexual, es lesbiana pero no puede decirle a su papá ni a su mamá puesto que ambos son homofobicos, ella lo descubre a su tan corta edad al darse cuenta que sus gustos no eran como los de sus primas.
¿Qué pasara cuando entren en la vida de la otra? ¿Podrán ser totalmente felices? ¿Podrán demostrar que su amor es más fuerte que todo?
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-¿Sabes me he dado cuenta de una cosa? -Sonrió mirando los ojos verdes cristalinos de la castaña-
-¿Qué cosa? -Pregunto ella conteniendo lágrimas-
-Antes de conocerte no era feliz, por eso quiero que sepas que siempre, escúchame, siempre te voy a amar, nunca me olvidaré de ti bebé porque tú fuiste la luz en toda esta oscuridad-Dijo para luego unir sus labios en un cálido y tierno beso-
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