Aunque me han gustado varios chicos a lo largo de mi vida, siempre me he considerado una chica muy reservada. No necesitaba tener el cariño de alguien constantemente. Pero, llega un momento en tu vida en el que sientes que te falta algo, o más bien, alguien. Ese alguien, por así decirlo, se vuelve muy importante, te enseña a ser feliz de verdad, o eso creía yo. Tal vez me equivoqué con mi elección. Pero como dicen: "El que no arriesga no gana", y yo me arriesgué y perdí. Aunque, ¿de verdad he perdido?No lo creo. Todo pasa por alguna razón, y ¿quien sabe? Tal vez la felicidad estaba mas cerca de lo que yo creía.