Lo miré con ojos de odio, él sonreía, pero cuando vio lágrimas caer por sobre mis mejillas su sonrisa desapareció. -Eres lo peor que me ha pasado.-escupí con ira. Su rostro se tornó triste. -¿Estás segura?.-dijo mientras se acercaba poco a poco. -Sí, ¡LÁRGATE!-grité.