VOY A DEJAR DE ESCRIBIR ESTA HISTORIA, SOLO POR UN TIEMPO.
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-¿Bailamos?- me dijo Hugo, ofreciéndome la mano, estaba realmente guapo con su traje.
-No se bailar así, pareceré un pingüino, y eso que no llevo el traje de ese camarero - dije yo queriendo escaquearme. Pero bueno, no conocía a nadie, nadie me iba a decir nada (o eso creía) ¿que tenia para perder? al final acepte.
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- Era verdad eso de que no sabias bailar esto- me dice mirando a los ojos, y sonriendo me y guiñandome el ojo. Este chico me quiere matar, le pegue un golpe en el hombro, y me hice la dolida, aunque lo que me dolían eran los tacones. Y asi fue, me beso, las mariposas empezaron a crecer, sentia que flotaba, sentia algo que nunca experimente, y no era el beso.
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Él es el único peligro presente cuando está cerca .
Ella es su tentación.
Él es un indiscutible error .
El señor de la oscuridad en Nueva York , el único que puede mostrarte que es el temor con tan solo una mirada .
Nadie nunca a logrado domar su corazón tan negro como la misma noche , él no tiene ningún tipo de remordimiento por nadie , no le importa nadie con tal de seguir en el poder .
Hasta que llega ella .
Que lo hace cambiar no tan solo de idea sino que lo hace mirar más allá de la lujuria .
Inicio de publicación 29_9_2024