Es un cuento escrito por el poeta, escritor y dramaturgo británico
Oscar Wilde.
La historia trata de un joven estudiante enamorado de una chica (Hija de su profesor). Necesitaba una rosa roja para impresionarla y que así ella fuera al baile con él. Sólo tenía rosas blancas en su jardín, entonces se puso a llorar. Un ruiseñor le vio y este, ilusionado con la idea de que el joven pueda encontrar el amor verdadero, toma la decisión de ser torturado toda la noche cantando a la luz de la luna y sacrificar su vida para entregar su sangre a un rosal seco que estaba en la ventana del estudiante, para que naciera una rosa roja. El joven al despertarse al otro día y al mirar a su ventana, se emociona y toma la rosa, que mas tarde se la lleva a la chica, pero esta lo rechaza argumentando que ya otros le habían dado mejores regalos (Como el Hijo del Chambelan) y que esa rosa era común y sin valor. Pues al parecer a la bella dama solo le importaban las apariencias y los bienes materiales.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.