Una de tantas noches, Kara y sus compañeras de habitación se encontraban en su respectiva habitación dispuestas a dormir. A las 4 y media de la madrugada, Kara notó una suave brisa y después escuchó cerca de ella unos pasos sigilosos. No le dio mucha importancia, hasta que de pronto tuvo la sensación de que la estaban atando. Cuando quiso abrir los ojos para ver que ocurría, se percató de que no veía nada y que estaba siendo transportada. Pensó que sería una broma de sus compañeras, pero ellas no eran de ese tipo de bromas. Y ahí se dio cuenta de que estaba siendo secuestrada. Prohibido cualquier plagio y/o adaptación. Derechos reservados.