Si algo sabían los humanos era que no debían adentrarse en los bosques. Si algo sabían los monstruos era que no debían salir de ellos. Y si algo tenían ambos por seguro, era que las leyendas eran solo eso, leyendas. Reglas no escritas. Cuando se rompen las normas, cuando te adentras en lo desconocido, puedes descubrir que la realidad es una mentira, que las leyendas son reales y que tu mundo no es lo que creías que era. No salgas del bosque. No te adentres en él. Al menos, por supuesto, que no le temas a los monstruos. "-Que ojos más grandes tienes -dijo Caperucita Roja. -Son para verte mejor -respondió el lobo."