Estaba entrando a un estado de simpleza absurda que no me dejaba pensar con claridad. Nos reíamos con tanta fuerza que terminé acostándome en la cama a un lado de él. Después de unos segundos nos relajamos, dejamos de reírnos y todo se quedó en silencio. Nos quedamos viendo al techo, recuperando el aliento. Volteé a él. - Estoy enamorada de ti Niall.