Nathaniel lo sabía, pero no le era fácil admitirlo:
Dentro de las miles de tonalidades de azul existentes (Es más, dentro de los millones de colores), no había ninguno igual al de él.
El natural Alexy, quién escondía sus ojos debajo de fucsias lentillas.
"Los colores forman parte de un rayo de luz".
Y esa sería la manera en la que iluminarían su vida.
*Está en edición constante (Cada vez que se me da la gana de editarlo(?)
*Los capítulos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 14, 15, 16, 17 y 18 ya están editados, por lo que seguramente se notarán diferencias marcadas con respecto a los demás.
*ioro porque empecé a escribirlo súper novata (Aún lo soy(?) y ahora debo afrontar las consecuencias ¡-¡
No a todo el mundo le gustan los cambios.
Algunas personas prefieren quedarse donde estaban, respetando una rutina dulce con sus pequeñas dosis de pimienta, pero no por ello menos feliz.
Pero, en la mayoría de los casos, el cambio es algo inevitable.
Como cuando cumples años y tu cuerpo se estira y madura.
Cuando terminas el instituto y tienes que asumir nuevas responsabilidades.
O cuando has de marcharte de la ciudad porque han trasladado a tu padre.
Y pasa el tiempo, las cosas cambian, tus amigos cambias y, finalmente, tú terminas por cambiar.
Por intentar reescribir el pasado.
Hasta que se topa contigo de golpe.
Ojos de miel.
Y no puedes apartar la mirada.
Sonrisa marchita.
Y en un mero segundo cambias de la alegría a la tristeza.
Del vacío al suave aleteo de mariposas.
Nathaniel y el resto de personajes pertenecen al juego Corazón de melón en la Universidad, creación de Chinomiko.