Quería moverme, pero mis pies parecían anclados al suelo, al igual que mis sentimientos, no quería enamorarme de ti, pero no pude evitarlo, ¿Y como no me iba a enamorar? Si tu siempre sabias como hacerme sonreír.
Las palabras nunca te faltaron, siempre supiste que decir, y en el momento exacto, siempre estuviste ahí, aun cuando yo te evitaba, de haber sido posible lo hubiera evitado, pero no lo era.
Fue algo inevitable, creció de manera improvista, aumento cada vez que me mirabas, cada vez que me hablabas, no pensé sentirme así, no luego de tantas desilusiones, de tantas decepciones y lágrimas, pero pasó, volvía a caer en las redes del amor, cupido no se daba de vencido conmigo, no sabía si me tenia pena, o simplemente no quería que estuviera sola, pero esta vez se equivoco de flecha, no se fijo que él tenia 5 años más, cinco años que tal vez nos arruinen, o tal vez no.
¿Quien sabe? Por supuesto que yo no
Amores que matan, nunca mueren -Joaquin Sabina
Atreverse a amar a alguien es un acto honorable, pero atreverse a amarse a sí mismo es un acto que requiere de valentía; Emma Miller se dará cuenta de lo que conlleva ser capaz de ser dueña de su vida, sus ideales, su cuerpo y sus pensamientos ante la sociedad, la iglesia e incluso antes su familia ¿se atreverá? A vivir un amor profundo y verdadero en Vancouver.