La felicidad nace en un instante.
En la más mínima acción, te ahoga y llena de energía todo el cuerpo.
Hace que avances sin darte cuenta.
Crees correr sin dirección. Cuando en el fondo te diriges de nuevo a ese sentimiento.
Quieres sentir que tu espíritu se elevé en las llamas de aquello, tener la calidez de nuevo.
De la misma manera, puedes caer en el sentimiento opuesto. Solo que aquí, tu huyes de él.
No quieres verte envuelto en aquella oscuridad fría, de la cual fue difícil salir.
Aún con ayuda, no saldrás si no es por tus propios medios. Si lo consigues serás victorioso. Pese a eso, en la victoria quedan despojos de la antigua derrota. Siempre queda ahí, y puede lograr ser tan real como la primera vez que la conociste.
Es tu decisión que permanezcas con esos sentimientos, pero parte de ellos hacen de ti lo que eres hoy.
Dicen que la felicidad puede tener distintos resultados con base a lo que le rodeé e incluso con los diversos sentimientos que se mezclan con ella. Puede tener un impacto tan inesperado, tan irreal que no solo sería ''Un recuerdo''
Pasaría más allá de eso, más que lo físico, lo terrenal... esta grabado en tu alma, aquella que permanece aún como estrellas.
Las almas son eternas...
Una memoria que nace en lo eterno, es tan fuerte que ella puede crecer... y tomar de nuevo la vida con la que se formo.
''-¿Un pequeño Souvenir?''-Decía emocionada aquella niña ~De cabellos blancos y ondulados, apenas y llegaban a sus hombros. Ojos a perlados y mejillas rosadas. Con un vestido blanco hasta las rodillas~ por los relatos que le contaba su abuelo.
-Es más que un recuerdo. Deja de estar en el pasado, vuelve al presente, y se convierte en lo eterno... -Decía el hombre de edad avanzada, ~Cabellos de algodón, vistiendo un atuendo que se asemeja al de un leñador.~ mientras se mecía en su asiento.