Nunca creyó que la echaría de menos, y ahí está, volviéndose loco por poder volver a besarla, en la mejilla, en la frente, ahora él solo quiere sentirla, le da igual cómo o de qué forma, lo necesita. Pero ya no puede, ya no puede cogerla de la mano y presumir de que era un afortunado por tenerla, eso acabó hace tiempo.All Rights Reserved