Para el mujeriego de diecisiete años, Fletch Colson, la vida es un juego, y si la juega según las reglas, ganará todo: su universidad soñada, el dinero de sus padres, y una chica caliente —aunque un poco insulsa— en sus brazos. Verdaderamente, no podría ser más sencillo. Todo lo que tiene que hacer es conseguir buenas calificaciones, vivir una vida privilegiada en un internado, y tratar de no estropearlo demasiado.
Sin embargo, cuando acepta la apuesta que parecía imposible para hacer cambiar su actitud y ser “Sólo amigos” con la inteligente, hermosa y tentadora Ellie Jacobs, una chica que aparenta estar empeñada en confundirlo, el mundo de Fletch se pone patas arriba.
De repente, lo que parecía ser simple y fácil, ya no se siente correcto, y Fletch debe decidir si ganar todo vale la pena, perdiendo una parte de él.
«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gustando.»
La vida de Andy está rodeada de decisiones. Jugar verdad o reto, declararse o no, el casillero tres o el cuatro, ser honesto con sus emociones o reprimir lo que siente.
Andy no tiene dudas de que la chica que le gusta es Heather, pero es incapaz de hacerle frente, es por ello que, cuando lo retan a declararse, decide escribirle una nota de amor y la coloca en el casillero del que, está seguro, es el de ella.
Sin embargo, su mala toma de decisiones es del mismo tamaño que su torpeza y pronto descubre que se ha equivocado y que el dueño de aquel casillero no es más que Edward Rumsfeld, el chico que todos creen que es homofóbico. No obstante, cuando Andy esperaba una mala reacción de su parte, ocurrió algo inesperado.
Un rumor, una confusión, un noviazgo falso y dos chicos que aprenderán que los sentimientos son más complejos de lo que parecen.
¿El amor puede surgir de un simple error o será un error que surja el amor entre ellos?
***
Esta historia es un BORRADOR.