Para el mujeriego de diecisiete años, Fletch Colson, la vida es un juego, y si la juega según las reglas, ganará todo: su universidad soñada, el dinero de sus padres, y una chica caliente —aunque un poco insulsa— en sus brazos. Verdaderamente, no podría ser más sencillo. Todo lo que tiene que hacer es conseguir buenas calificaciones, vivir una vida privilegiada en un internado, y tratar de no estropearlo demasiado.
Sin embargo, cuando acepta la apuesta que parecía imposible para hacer cambiar su actitud y ser “Sólo amigos” con la inteligente, hermosa y tentadora Ellie Jacobs, una chica que aparenta estar empeñada en confundirlo, el mundo de Fletch se pone patas arriba.
De repente, lo que parecía ser simple y fácil, ya no se siente correcto, y Fletch debe decidir si ganar todo vale la pena, perdiendo una parte de él.
El plan de Emma era simple: esperar el día de la fogata para hablarle a James, quien ha sido su crush por más de un año, pero nunca había tenido el valor de acercarse a él. Cuando Emma finalmente está decidida a dar ese paso, nada sale como esperaba, y por equivocación termina besando al hermano de James, Ander.
Lo que comienza como un accidente se convierte en un trato inesperado: Ander le propone fingir ser su novia para darle celos a su ex y lograr que regrese con él, a cambio de ayudarla a acercarse más a James. Aunque al principio Emma duda, termina aceptando, creyendo que así estará más cerca de cumplir su objetivo. Sin embargo, lo que no esperaba era que este acuerdo desordenara su corazón y la hiciera cuestionar sus verdaderos sentimientos. ¿Qué sucede cuando un plan perfecto se convierte en el caos que lo cambia todo?