Tomás es un chico callado, tímido y extremadamente conservador. Su carácter cerrado causa una profunda curiosidad y recelo por parte de sus padres, quienes son joviales, alegres, conversadores y cada uno con un toque de carisma que logra encantar a cada persona que cruza palabras con ellos. El extraño comportamiento de su hijo de ocho años, los lleva a recurrir a un psicólogo. El especialista se entera de que el niño sufre pesadillas aterradoras cada noche y una presencia invisible lo atormenta desde que tiene memoria.