Por las noches es cuando todo sucede, es cuando mundos maravillosos e incomprensibles tienen un lugar en nuestras mentes, sin embargo existen cosas capaces de aterrarnos, haciéndonos desear no dormir para no tener que ver aquello que nos tortura de una manera tan sutil y dolorosa: las pesadillas. Pero no todo es malo, puede pasar que la noche sea el escape perfecto hacia la relajación, pero también hay un tercer caso que es sobre los que tienen insomnio y ahí es donde aparezco yo. He recibido información sobre niños asustados que se encuentran solos en sus casas, rezando porque su familia llegue pronto para protegerlos de los monstruos que cobran forma mientras la luz está apagada. No pueden dormir sin evitar tener una pesadilla por delante, sólo entonces lo escuchan, escuchan ese sonido utilizado para las películas de terror, un sonido distante, fantasmal, un ruido aterrador capaz de confundirse con el susurro del viento que acaricia las ramas de los árboles mientras hace su recorrido nocturno, una tétrica melodía que asustaría a cualquiera, una canción nocturna que revela a los cobardes; los aullidos de un lobo. Irónicamente este tipo de niños, incluso algunos adultos, sienten como su cuerpo se relaja mientras la noche va transformando aquel cantico en arrulladores susurros que mesen a sus escuchantes como si se tratara de una inocente canción de cuna para después sumergirlos en un profundo sueño, envueltos entre tantos deseos y maravillas que sólo la mente puede crear. Yo no interfiero en los sueños de las personas que yacen recostados en sus casas apartados del exterior, pero sí influyo en estos. Soy algo y a la vez nada, afortunadamente mi historia no es completamente oscura, tiene sus manchones de luz que, aunque son escasos, brillan intensamente como soles metidos en mi mente iluminando mis recuerdos para poder hacer lo correcto. ¿Te gustaría conocer mi historia? *Portada realizada por Alicemint12*
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