Cuando se recibe un mensaje de los dioses, no hay que hacer oídos sordos. O eso es lo que piensa Varya cuando ve aquella explosión de luz y fuego en la soledad del bosque. Lo que no imagina es que hay algo, muy distinto a todo lo que ha conocido, entre los restos de la destrucción. Un desafío a la comprensión. Una invitación a otro mundo. (Basado en el Evento de Tunguska, ocurrido en Rusia en 1908) * Historia realizada para la iniciativa Blogs colaboradores, de Katherina´s Thoughts y Beyond a Writer´s Mind. *