El simple hecho de no conocer lo que sucederá después, a cada uno preocupa.
Tortura el no saber si somos importantes.
Esa canción. Esa canción que por algún u otro motivo, nos recuerda a algo o alguien.
Esa historia contada de dos personas, que son obligados a separarse por tres puntos suspensivos.
El querer romper el silencio, pero no saber cómo .
Cada golpe, cada herida, cada caída al suelo, eso nos duele.
Las conversaciones pendientes, las preguntas sin respuesta.
Cada decepción, el dar todo y recibir nada. El ser juguete de cualquiera.
Todo esto y otras mil más, son cosas que nos matan, lenta y dolorosamente.
Pero a pesar de todo siempre hay que seguir adelante sin importar quién o qué se oponga.
Nunca fui una adolescente rebelde. Sin embargo, en el primer momento en el que le miré directo a los ojos, supe que lo que vendría sería un grave problema.
[A D V E R T E N C I A : consumo de alcohol y sustancias extrañas, puede contener lenguaje vulgar. NO APTA PARA LECTORES SENSIBLES].
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.