Era la séptima carta consecutiva que recibía desde hacía siete semanas. Todas llegaban los jueves y todas tenían el mismo contenido. Nada. Solo la dirección y el nombre del destinatario: Vera Saudade, C/Miravente, nº2, Madrid. Ni una sola pista del emisor. ¿Qué tipo de broma era aquella? Las primeras semanas Vera ni si quiera le dio importancia. “Alguna gracia sin importancia”, pensó. Pero todo fue cambiando a partir de la quinta semana. Ya se había convertido en una rutina recibir aquellas misivas sin mensaje y todo comenzaba a cobrar un tono más macabro. Las fue coleccionando en una cajita de madera, la cual guardaba en el segundo cajón de su armario, bajo las blusas de invierno que ya no necesitaba. Ahí estaban a salvo pero, ¿de qué? Cada día, después de la quinta semana, dedicaba la mayor parte de sus pensamientos a descubrir quién estaba tras aquello. Sin éxito se veía en el mismo punto de siempre. Nada. No tenía enemigos, al menos no se llevaba con nadie tan mal como para que quisieran gastarle aquella broma. Tampoco lo tomaba como un acto romántico y, si fuera ese el caso, la persona tendría un gusto un tanto peculiar. No encontraba explicación aparente, por lo que se limitó a ir ocultándolas una por una en la cajita. Lo que no sabía es que esas cartas eran el comienzo de una nueva vida, una completamente desconocida para ella. Una historia en la que sus personajes, diferentes al resto de personas, se ven forzados a elegir entre trabajar para el Estado estadounidense o luchar por su libertad. Decidan lo que decidan no les espera una vida para nada fácil, ya que poseen dones que mucha gente desea utilizar a su favor.¿Qué bando decidirá nuestra protagonista? ¿Estará preparada para enfrentarse a lo que se le avecina?