Ian y Sarah no estaban destinados a conocerse pero una noche gracias a un pequeño accidente, lo hicieron y fue para el bien de uno pero para la perdición del otro. ..... -Espera...-Le dije en un hilo de voz apenas audible por el deseo- yo también quiero jugar. Entonces, sin darle tiempo a contestar o reaccionar, me coloqué detrás de él. Me pegué de forma tentadora a su espalda, luego pase mis manos por su abdomen y descendí hasta llegar a la parte más abultada que pedía a gritos ser liberada. La palpe y enseguida sentí como el se tensaba por el deseo y gruñía. -Cierra los ojos-le dije muy cerca a su oído de forma sensual, luego de darle una mordida a su lóbulo- y cuenta hasta diez. Sin darle tiempo a reaccionar, corrí a buscar un escondite, no podía aguantar las ganas de reírme, tan solo al imaginarlo allí parado tan confundido y exitado. ..... PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.