Hoy, el día luce perfecto, pero él no puede verlo. Las nubes abrazan el cielo de Londres, pero él, él se esconde tras unas gafas oscuras para sol. Hoy, él luce hermoso, pero siquiera sabe cómo es su rostro. Él es Liam, y estoy enamorado de él, pero le es imposible notarlo. Él no conoce mi rostro, él no sabe el color de mis ojos, él fue privado de uno de los sentidos más importantes, él es alguien sumamente tierno, adorable, él me quiere, y sé que detrás de su mirada perdida, él me sueña. Él es mi mejor amigo, y está ciego.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.