No sabía que era, no sabía que se sentía, no me daría cuenta jamás si pasaba frente a mis ojos y si lo veía, jamás iba a creer en él, el amor, a eso me refiero. No había emoción en mi vida, era el último al final del salón de clases, solo tenía a mi mejor amigo Steven a mi lado, vivía con mi hermana y mis sobrinos, me iba bien en idiomas, soy un adolescente normal que no le gusta llamar la atención, estoy bien conmigo mismo, pero ella lo cambio todo ¿Quién era? ¿De dónde venía? ¿Y cómo rayos entro en mi cabeza? Margaret, ella, una chica de aspecto dulce y tierno pero con una actitud fría e imponente, sin pelos en la lengua y sin miedo a decir lo que pensaba, de cierta forma era malvada pero hermosa, había algo en ella ¿Un secreto tal vez? No lo sabía, había un misterio tras de ella, un misterio al que me aferre cuando ella entro a mi vida.
Mi nombre es William Starr, tengo 17 años, voy en 5to año de secundaria y quiero comenzar la redacción de este diario por la única razón de tratar de entender mis pensamientos. Huyo de mi mismo, no sé quién soy y no sé en qué creer, todo eso pensaba hasta que llego ella, Margaret Fay, ella me hace creer, me hace sentir que tengo una meta la cual empezó el día que llego a mi colegio, el día que pronuncio “Yo creo en todo lo que sea posible” con una mirada fría, como si sus palabras fuera una ironía pero en realidad eran sinceras. Quiero contar lo que ha ocurrido desde el día en que escuche decir “Yo creo en todo lo que sea posible”, quiero saber que misterio esconden esas palabras, quiero contar todo desde el día en que comenzó, pero sobre todo quiero entender a ese hermoso demonio.
Todo en mi vida era normal.
Hasta que entre a ese bar.
¿Dirás cuál es el problema?
Ahi los conocí, conocí el secreto de este pueblo.
No puedes confiar en ellos, ellos son caos, la personificación del mal, porque ellos son...
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