A veces pensamos que no nos entienden, o que nuestros pensamientos nunca se lograrán comprender. Que tal vez, nadie más puede sentir nuestro dolor, felicidad, enojo, ansiedad... pero nos sorprenderá saber que, en nuestro entorno, hay gente quien se identifica con nosotros. Aunque esté esa persona a miles de kilómetros y no la conozcamos y ella a nosotros tampoco, hay alguien que piensa igual que nosotros.