¿Y si te das cuenta de que toda tu vida es una completa mentira? ¿De que todos los hechos o momentos que has vivido han sido seleccionados estrictamente con un fin científico? Un accidente, un viaje, un concierto...¿Y si de que para el único fin que has nacido ha sido tu investigación? ¿Podrías soportarlo? Saber que no has nacido por amor, sino por necesidad. Saber que aquellos que más cerca tienes en el mundo no te querían realmente, que solo eres el resultado final de una peligrosa y codiciada investigación. Te han introducido algo en tu interior que te hace ser diferente, y por ello todos te persiguen. Otra vez no por quién eres, sino por lo que llevas dentro.
Para lo único que vives ahora es para sufrir las consecuencias de haber sido la elegida. ¿No es bastante saber que solo naciste para ser una prueba de laboratorio, sino que además quieran matarte por ello? ¿Por tener una sustancia que odias cada uno de tus días y que darías si no fuera porque ya no puedes extirparla?
¿Quién soy? No lo sé. Para algunos un resultado, para otros un objetivo, un monstruo, una obsesión... Pero para pocos un ser querido.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.