Acabo de llegar a mi nueva casa, por fin después de tres horas de mudanza podré dormir tranquila y ya mañana cambiaré la cerradura y empezaré una nueva vida.
Pasaron unas dos horas y empecé a oír algo que no me dejaba descansar. Alguien había en la puerta, estaba segura de ello, pero ¿cómo iba a ir hacia allá sin miedo? Alguien se acercó subiendo el volumen del ruido, se dio cuenta de que no estaba solo... porque yo estaba allí. Oí como recargaba algo..no sé si una pistola o una escopeta o qué era pero no podría huir, mis vecinos estaban todos de vacaciones y no tenía saldo ni internet para mandar un mensaje. ¿Ahora qué?
Me encontró, no sabía qué hacer...Disparó y la bala penetró en mi pared, no me dio, porque el hombre estaba borracho y la única explicación que me dio de esto es que esta es su casa y que no debería de estar aquí, supuse que sería el viejo dueño, pero ¿Por qué sigue teniendo llave? Aún le quedan balas, de esta no salgo...y en efecto, una bala me alcanzó el esternón, aún no estaba muerta ni inconsciente. Podía notar cómo corría la sangre por mis piernas, empecé a gritar. Pero eso de poco me sirvió, otra bala me alcanzó la nuca, ahí ya sabía que mi fin llegó, ya no tenía nada que hacer, así que cerré los ojos y me di por vencida. Caí de lleno al suelo y entonces llegó la policía, por fin le atraparon a ese bruto borracho que ya no podrá causar más muertes, pero la mía y acabó por su culpa, ahora sólo me queda navegar por el vacío.