Un bosque, un amor y un misterio que de ser descubierto pondría la vida de ambos protagonistas de cabeza -No llores- decía el aguantando las lagrimas que amenazaban con caer de sus ojos. -No lo hagas, por favor quedate- rogó ella tomandolo por el brazo. Él suspiró inundado de dolor -No tengo otra opción- susurró para luego aproximarse al bosque dejando a su amada hecha un mar de lagrimas en el suelo.