Hombre humilde, trabajador, amigo sincero, en su soledad, errante y ya maduro, quiso darse una vuelta, pusose la de salir, su sombrero y pacholi, paso por el bar-tolo, se sentó en una mesa y pidió una cervecita, vestida de novia, bien fría pues, paso una chica y le sopló de la mano como una brisa, al tiempo que le brindaba una sonrisa, lleno de jubilo y satisfacción se rasco el lóbulo de la oreja. A la vuelta le ofreció una silla, sus cataratas brillaron en un esfuerzo por sostener su mirada poderosa aunque tiernita, entre virras, cachapa y queso de mano preguntole, -puedo pedir ti algo?,-pide por esa boquita!, índice y medio se entrodujeron en sus labios superiores,-fui-ui-uit, Mesooh?, voltearon los comensales, traiga un pollo pa llevaa con hayaquita y una peisi grande, le indicó con una mano arriba y una abajo, y le adelanto un beso en la comisura cerca de la barba rasurada, con grasita, y mañana pa maraquero con los de al lado asá casne que mataron una puelquita.All Rights Reserved
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