Marina Bahía desapareció un catorce de abril sin dejar rastro. Un mes después aparece en las playas de Cuervo, con una memoria difusa y preguntas sin respuestas.
Ariadna Cuervo fue reportada desaparecida un trece de abril, para aparecer un mes después en el bosque de las Ánimas. Creyendo que jamás se fue.
Paimon Cumbres se perdió un quince de abril y jamás se encontró. La gente comenzó a olvidar.
Jin De Aragón apareció en Cuervo el veinte de mayo con respuestas, partes del rompecabezas y sobre todo, problemas. Porque Jin no solo es el protagonista de las pesadillas de Marina, sino de las memorias de Ariadna y las imágenes de Paimon.
En la isla mexicana de Cuervo, los problemas son ajenos, la vida es perfecta y las familias son de oro, nada parece transcurrir, pero fuera, en el mundo real, problemas más grandes que un misterio transcurren.
La Vida, la personificación divina de la Creación, ha secuestrado a la Muerte, la divinidad de la Destrucción, no solo alterando el orden natural, sino que desatando la maldad sobre la humanidad en la forma de Ángeles sanguinarios.
Y la única forma de detenerla, está en los secretos de Jin De Aragón y el océano de huesos.
Lin Yi, un trabajador de oficina muy trabajador, murió una noche por exceso de trabajo. Cuando abrió los ojos de nuevo, se encontró en el cuerpo de un personaje que había sido carne de cañón y que había sido casado con un magnate como parte de una alianza comercial entre dos familias adineradas.
En este matrimonio, Lin Yi era prácticamente invisible. Su dominante marido nunca volvía a casa, dejándole sólo una asignación mensual de cinco millones de yuanes.
Lin Yi: ¡Qué buena oferta! ¡Es hora de vivir la vida como un adicto al sofá!
Aparte de eso, Lin Yi también tenía un hijastro llamado Huo Mianmian, un niño de tres años que era pequeño, suave y hermosamente refinado. Sin embargo, el niño generalmente era muy tranquilo y cauteloso con los demás, no se acercaba fácilmente a nadie.
Lin Yi no tenía que preocuparse por criar al niño, disfrutaba de su nueva libertad, su única preocupación era cómo gastar su dinero.
Cuando estaba feliz, compraba un inmueble comercial; cuando no estaba feliz, un coche deportivo...