Cenizas.

Otra fiesta, llena de sexo, drogas y alcohol, perdida entre la gente, sexo con extraños, vómito y vasos rojos tirados por la alfombra.
Cabello suelto y despeinado, shorts de jean cortos y ajustados, camisas cortas y algo sueltas, botas negras y medias rasgadas, maquillaje regado, olor a alcohol y a cigarrillo, bailando entre la gente y besando a cualquier hombre guapo que se atravesará.
Y allí estaba él, chaqueta de cuero, camisa blanca, jean ajustados, botas negras, cabello oscuro, cigarro enmano y una mirada fija en la nada.
No era como yo o como los demás, él era diferente, tenía algo que no me dejaba dormir, lo conocía muy bien y en verdad lamentó eso, tal vez era el único chico con el cual no había tenido sexo, por él sentía algo distinto, algo diferente y no era exactamente amor.