Las relaciones de los adolescentes pueden ser intensas como transitorias, idea que Azael no desea. Incluso cuando sus propios noviazgos fueron cortas, su idea de encontrar el amor no se marchita. Empedernido con ese ideal de relación, una chica le enseñara que el amor no necesariamente consiste en solo besos y cursilerías como las rosas y dedicatorias en carteles enormes. Le enseñara que las ovejas pueden convertirse en lobos, los ángeles en demonios y tal vez; debajo de esa mirada dulce, una amargura de un amor no correspondido.